He aquí mi limonero lunero.
Después de dar una buena cosecha de limones ha estado unos meses de invierno parado.
Me dieron muchas ganas de cortar las ramas bajas y sin hojas que se pueden ver en la foto.
Ya sabéis que el hombre blanco es muy dado a intervenir en todo, clasificarlo todo, como si el mundo fuera solo suyo y todo este a su disposición.
Pero como yo soy muy dado a cuestionarlo todo, y habiendo aprendido de la técnica del "No Hacer" de Fukuoka, decidí estarme quieto y observar.
Al llegar la primavera este ha sido el resultado, muchas flores, mas de 30 que ya han cuajado y me darán varios deliciosos limones.
Gracias a que me estuve quieto, he podido ver el error que habría cometido de haberme dejado llevar por un sentimiento puramente estético.
Así que menos hacer y mas observar.
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